De acuerdo a lo que nos enseña Jesús, SI eso es lo que debemos de hacer, esa es la actitud que el espera que como seguidores de Cristo tengamos para con nuestros enemigos.
Claramente esto no significa que debemos de estar todo el tiempo con ellos.
De acuerdo a la biblia y obedeciendo a la enseñanza de Jesús, debemos de amar a nuestros enemigos por más que ellos no nos amen, entendamos que con amar no se refiere a amar como se ama a un familiar o a un ser cercano, se refiere que debemos de tratarlo tal cual como quisiéramos ser tratados.
Amar al enemigo no tiene relación a un sentimiento, sino más bien a una forma de actuar.
Y esto es una orden de Jesús, que debemos de ejecutar aunque no tengamos ganas de hacerlo.
Así que hermano, y Hermana, si alguien en tu trabajo, en tu escuela, o en cualquier parte en donde te encuentres ahí alguien que te moleste, no tienes que sentirte encantado y emocionado por ello pero si debes de recordar la enseñanza y la orden que Jesús nos ha dejado, Debemos de tratarlos como nos gustaría que nos traten a nosotros mostrando el amor de Dios obrando en nuestras vidas.
Amor que se verá reflejado en sus vidas a través de nuestro accionar.
¿Cómo amar a mis enemigos?
De acuerdo con lo que la Biblia enseña, amor no es un sentimiento, es una acción.
Así que amar a nuestros enemigos no significa que vamos a estar como quien esta con su mujer o su novia.
Significa que los trataremos como seres humanos que fueron hechos a la imagen de Dios.
Jesús nos manda amar a nuestros enemigos y tratarlos justamente, tal como nosotros queremos ser tratados con justicia.
¿Por qué es difícil amar a un enemigo?
Ninguna persona siente el deseo natural de amar a su enemigo.
Por eso, amar a nuestros enemigos es extremadamente difícil. De hecho, sin la ayuda sobrenatural de Dios, es prácticamente imposible.
Pero Dios quien nos amó desde un principio nos da el poder para hacer lo que es correcto aun cuando no sentimos ganas de hacerlo.
Descubre el amor que Dios tiene para ti
Lucas 6:27-35; Mateo 5:44; 1 Corintios 13: Romanos 12:20; Juan 13:34; Proverbios 25:21; Lucas 6:27-28; Lucas 6:35; Lucas 23:34; Romanos 12:14; 1 Pedro 3:9
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